La inflación se ubica en su nivel más bajo en los últimos 3 años: cómo puede impactar en el índice de pobreza

La desaceleración de los precios en los últimos dos meses, acompañada por una leve recuperación del ingreso, podría ayudar a reducir la pobreza extrema. Sin embargo, especialistas advierten que el impacto no será inmediato y que la mejora será gradual.

Este alivio inflacionario, combinado con ciertos aumentos en los ingresos, plantea un escenario más favorable para quienes enfrentan las mayores dificultades económicas. Analistas económicos señalan que este fenómeno podría traducirse en una disminución de la cantidad de personas que viven en condiciones de pobreza extrema. Sin embargo, advierten que el impacto sobre el índice de pobreza en general será más limitado debido a que las mejoras en los ingresos suelen ser más lentas que las necesidades básicas insatisfechas.

“La relación entre inflación y pobreza no es directa. Si bien la desaceleración de los precios permite que los ingresos mantengan un mayor poder adquisitivo, las familias en situación de vulnerabilidad requieren de políticas específicas que aborden su situación estructural”, explicó un economista especializado en desarrollo social.

Además, se estima que las mejoras en los índices de pobreza tardarán en reflejarse debido a que los hogares más afectados enfrentan un rezago significativo en el acceso a bienes esenciales. Aun así, el descenso en la inflación genera expectativas positivas para el próximo año, ya que podría facilitar un mayor dinamismo en el consumo y un leve repunte en la actividad económica.

Especialistas coinciden en que para consolidar esta tendencia será clave la implementación de medidas que fortalezcan el empleo y garanticen la sostenibilidad de los ingresos de los sectores más vulnerables.

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