El Gobierno elimina veedores en Aduana y valores de referencia para exportaciones: buscan agilizar el comercio exterior
Mediante nuevas resoluciones, el Ejecutivo derogó dos normativas que exigían la presencia de veedores en Aduana y eliminó los valores de referencia para exportaciones, con el objetivo de reducir costos y aumentar la transparencia en el comercio exterior.
Este martes, el Gobierno anunció la derogación de dos resoluciones de la AFIP (ahora bajo la órbita de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero, ARCA) que buscaban agilizar el comercio exterior. Las normativas derogadas, la resolución 701/99 y la 799/2000, requerían la presencia de un “veedor” en Aduana para supervisar los procedimientos y la calidad de los productos importados y exportados. Además, se eliminaron los valores de referencia para la exportación de bienes.
Estas decisiones se implementaron a través de las resoluciones 5586 y 5587, publicadas en el Boletín Oficial, y forman parte de una serie de medidas orientadas a desregular el comercio exterior. Días atrás, el Ejecutivo ya había eliminado las “estampillas verdes” y los valores criterios para exportaciones mediante las resoluciones 5581 y 5582.
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, explicó que estas nuevas políticas tienen como objetivo “generar más rentabilidad al sector privado, más transparencia y menos corrupción en el sector público”. Desde el Gobierno argumentaron que las regulaciones derogadas implicaban un “sobrecosto” innecesario para importadores y exportadores, y que su eliminación permitirá una mayor fluidez en el despacho aduanero de mercancías, beneficiando así la competitividad de las empresas.
“La eliminación de estas normativas representa el fin de un símbolo de la casta que el presidente Javier Milei vino a desterrar”, afirmó Sturzenegger, destacando que estas medidas forman parte del esfuerzo por reducir la burocracia estatal y fomentar un entorno más libre para las operaciones comerciales.
El anuncio ha sido bien recibido por algunos sectores privados, quienes ven en estas medidas una oportunidad para disminuir los costos operativos y facilitar el acceso a mercados internacionales, aunque no han faltado las críticas que advierten sobre posibles riesgos de falta de control y fiscalización en la Aduana.
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