Comercios sanjuaninos introducen productos extranjeros en sus estanterías, generando una competencia que repercute en la disminución de precios y busca reactivar el consumo.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó una nueva caída en el consumo nacional durante el mes de febrero, tendencia que también se ha evidenciado en la provincia de San Juan. Los supermercados locales han experimentado una reducción en las ventas, a pesar de esfuerzos por reducir los precios de sus productos.
Andrea López, presidenta de la Cámara de Supermercadistas de San Juan, señaló que el sector ha observado una disminución constante en el consumo, con una pérdida interanual del 7%. «La gente está comprando solo lo necesario», comentó López, resaltando la selectividad de los consumidores en sus compras, adquiriendo únicamente lo esencial.
En cuanto a la reducción de precios, López destacó la presencia de promociones y descuentos por parte de los proveedores, una estrategia novedosa en el sector para atraer clientes.
Según la Cámara de Supermercadistas, la caída en el consumo oscila entre el 30% y el 40%, lo que ha llevado a los proveedores a ajustar sus precios para mantenerse competitivos.
Una posible solución a esta situación podría estar en la apertura de importaciones de ciertos alimentos de la canasta básica familiar, anunciada por el Gobierno Nacional en marzo. Esta medida busca contrarrestar los precios elevados y fomentar una competencia beneficiosa para los consumidores argentinos. La introducción de productos importados en los supermercados locales podría generar un impacto significativo en la reducción de precios y la reactivación del consumo.
Entre los productos importados más destacados se encuentran el café y el atún, dos alimentos que escasearon en el mercado local el año pasado. Por ejemplo, las conservas de atún de la marca ecuatoriana Bulnez se venden a $985, mientras que las de La Campagnola están a $3.669, representando una diferencia significativa en el costo para el consumidor.
Esta apertura gradual de importaciones se realizará en tres etapas. La primera fase, que ya está en marcha, se centra en recuperar el stock de alimentos que desaparecieron debido a las restricciones anteriores. La segunda etapa, que se espera implementar en los próximos 60 días, implica ampliar el surtido con nuevas variantes y categorías de productos, incluyendo opciones que anteriormente no estaban disponibles en el mercado argentino. Finalmente, la tercera etapa, programada para el segundo semestre del año, contempla la entrada de nuevas categorías de alimentos y proveedores, lo que contribuirá a diversificar aún más la oferta para los consumidores locales.
Como resultado de esta política, comienzan a llegar a los supermercados los primeros productos importados, los cuales se ofrecen a precios considerablemente más bajos que los productos nacionales. Se estima que estas importaciones pueden costar entre un 15% y un 75% menos, dependiendo del producto y su origen. Si bien la mayoría de estos productos provienen de países vecinos como Uruguay, Brasil y Paraguay, se espera que la oferta se diversifique con la incorporación de productos de Europa y Asia en el futuro próximo.
Los comentarios están cerrados.