El dengue no discrimina. No es una enfermedad exclusiva de la pobreza, como muchos creen. Cualquier persona está en riesgo si no toma las medidas adecuadas. Las falsas creencias pueden ser peligrosas, por eso es crucial entender la verdad detrás de estos mitos:
- El Dengue no es solo para los Pobres: Todos estamos expuestos, independientemente de nuestro estatus social. El mosquito no hace distinciones.
- El frío no es una barrera: Aunque los mosquitos disminuyen su actividad en invierno, las larvas sobreviven en agua estancada, incluso durante meses.
- No todos los mosquitos son iguales: Solo el Aedes aegypti transmite el dengue. No todos los mosquitos son culpables.
- No es un virus que se transmite de persona a persona: La única forma de contagio es a través de la picadura del mosquito.
- Los mosquitos pican en todas partes: No te confíes pensando que solo pican de día. ¡Pueden picar de noche si hay luz encendida!
- No todo lo que se dice es efectivo: Muchas «soluciones caseras» no han sido probadas científicamente, como la borra de café para matar larvas.
- La vitamina B no es un repelente: No hay evidencia que respalde esta creencia. Usa métodos comprobados como mosquiteros y repelentes.
- No todas las aguas necesitan tratamiento: La aplicación de larvicidas es selectiva y no debe ser usada indiscriminadamente.
- La fumigación no es la solución definitiva: Elimina solo una fracción de mosquitos adultos. La prevención y el control son clave.
- El criadero principal no es la zanja: El mosquito prefiere los recipientes artificiales para poner sus huevos, no las zanjas.
Es hora de tomar responsabilidad. Conoce los hechos, toma medidas preventivas y ayuda a detener la propagación del dengue. Tu acción puede marcar la diferencia. ¡No bajes la guardia!
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